Beatriz, las apariencias engañan....

Yo, que siempre he sido uno de esos a los que les encantan los sabores de lo auténtico, hoy me he topado con una agradable sorpresa, de esas que te esperan detrás de un sitio con casta.

Como ya sabrán, mis más cercanos allegados siempre tengo algo que decir u opinar de un sitio al que llego con los dientes afilados, el estómago dispuesto, y ganas de criticar...porque somos todas unas criticonas...

Y es que en el fondo lo que nos gusta que nos recomienden un sitio, de verdad, que vas presumiendo por la calle que te lo han recomendado, que te ha dicho pepin que ese sitio es buff...menuda merluza, -ya verás, ya me dirás- Y lo que jode cuando el sitio es una mierda, claro que no quieres decirle que el sitio es una mierda, con lo cual recurres a la mentira.
La casta a la que me refería, siempre viene acólita a esa faceta nuestra de guiarnos por la guarrería, las raciones quintal-métricas o la ganga propiamente dicha...no siempre va todo en conjunción... lo que esta claro es que la guarrería siempre hace casta.

Por supuesto no toda la casta es deleznable.
Y como fiándonos de las apariencias entramos en esta pastelería de Pamplona que parece que te va a caer encima, en plena calle Estafeta (Muuuuu!!!!) (Vale los toros no hacen muuu....bueno igual si. Has hablado últimamente con uno???)

El caso es que entras presa del olor que invade la calle, mantequilla y harina en plena ebullición, la gente se agolpa en la puerta, y tú solo ves dos señoras con sendos delantales manchados de chocolate, que gritan ¡¡¡Garroticos garroticos!!!... y dices Dios mio vuelven los Carlistas... pero NO!!!

Cuando te pregunte la señora no digas que no te llevas garroticos, porque te los vas a llevar, te guste o no...

En definitiva, harina por los suelos, chocolate en los delantales, las pastas, magdalenas, garroticos y todo el producto aparece en bandejas viejas de horno apiladas unas encima de otras como montañas....parece la guerra del dulce...pero de verdad que todo esta impresionante, no sabes que pedir, ni que probar, ni que comer.

Pero seguro que te llevas Garroticos.