miércoles, 24 de noviembre de 2010

Que bonito es criticar

Ayer cenamos en el que se conoce como mejor restaurante de Pamplona, o posiblemente uno de los mejores, desde este humilde blog hago mi crítica postulando mi candidatura para formar parte de los críticos de la guía michelin, ya que creo que andan algo dormidos.
Bien, en ese ambiente cálido que ofrece tanto el comedor, como el equipo de sala del restaurante Europa de Pamplona, comenzamos con el menú corto que ofrecen y que era una elección perfecta para una cena.
La carta de vinos estaba un poco coja, poquísimas referencias fuera de lo que son la tradicional Rioja, Navarra o la Ribera del Duero, y los vinos que figuraban en cada una de estas bastante poco escogidos...(por Dios acabemos ya con el tipex para rectificar los cambios en las añadas...)
Finalmente como ejercicio de aprobación al sumiller pedimos su vino de la casa, un Inurreta cuatrocientos crianza que finalmente resultó ser sencillo pero agradable...(Menos mal que difiere bastante de su hermano inurreta reserva, lo probé el otro día en una cata delante del bodeguero y mi crítica no le gusto demasiado, es más la sumiller que estaba a su lado me sonrió dando aprobación a mis palabras, hay que decir que tampoco fui muy duro)

De aperitivo una crema de calabaza y una croqueta de jamón iberico, algo tradicional, sencillo pero un ejercicio arriesgado si en una técnica clásica no llegamos a cumplir las expectativas como fue nuestro caso. La croqueta era normalita y grasienta y la crema de calabaza era en el fondo una crema de calabaza poco fina, aderezada con un aceite que no le aportaba absolutamente nada.
De Primer primero pasta al huevo con espinaca, gambas y rape tomate cassé y cigalitas empanadas en pistacho...
Un plato sin más, la pasta no decía nada, la cigala estaba muy buena, el tomate cassé sin pelar.
De segundo primero un foie a la plancha con patata vapor, laminas de trufa, puré de pera, bien: ejecución perfecta un plato sencillo pero compensado y tradicional, lo único una presentación de la patata algo basta.
Llegamos al rey de toda la cena un lomo de bacalao al pil pil con kokotxas y pimientos asados,
sencillamente perfecto, ejecución, punto, producto y presentación... pero por favor hay que cambiar la descripción del bacalao en la carta y aclarar que es un pil pil... puede dar lugar a confusiones.
Bien pasamos al cochinillo asado a baja temperatura, con su piel crujiente, puré de patata y escarola con granada.
Hay técnicas culinarias que no están exentas de riesgos, y la cocina de vacío hay que dominarla muy bien para no caer en errores innecesarios, hay que leer un poco más a monsieur Pralus y a Joan Roca y revisar los grados de vuestras Roner...
El cochinillo estaba completamente arrebatado había perdido sus jugos y sí, estaba que se deshacía pero de pasado y seco. No quiero meterme demasiado a explicar mis observaciones sobre este plato, baste decir que el cochinillo baja temperatura es un plato que suelo pedir bastante y que creo conocer.
Ya de postre la torrija caramelizada con ravioli de piña y helado de coco... flojo flojo flojo...
Además decorado con una juliana clásica de naranja mal cortada!!! y una bola de manzana de sacabolas ...
Igual digo que la moda de la torrija caramelizada... pues uff que es la tercera ya, que ceno en 10 días. Aún así si la hacéis hacedla bien.

Si he hecho de esta crítica una crítica dura es simplemente porque este sitio está calificado con una estrella michelin.
Por Dios , ya llevo un tiempo bastante descontento con las calificaciones de la guia, no compartí la estrella que le dieron al Molino en Cantabria ni encuentro respuesta a por qué Zortziko en Bilbao solo tiene una, por qué Urepel en Donosti no la tiene, o por qué se come mejor en el Bodegón Alejandro que aquí.

Lo siento mucho pero no me pareció estar a la altura de una estrella.



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